Nuevo comienzo

Estaba pensando en crearme otro blog de corte más personal, pero dije filo, pa' qué, me gusta mucho éste y no quiero que se convierta en mi blog número dos millones en ser abandonado. Así que espero ir actualizando más seguido acá, quizás con cosas más fomes que a nadie le interesan, pero en un intento por alejarme de la escritura más formal que tengo que seguir el resto del tiempo para la universidad y esas fomedades.

Siempre me ha gustado mucho escribir, es una de las cosas que más me relaja y me agrada tanto como dibujar. Ni siquiera sobre algo en específico: sólo sentarme en el computador a teclear sobre algún tema que me parezca entretenido, o llevar un diario escrito a mano son cosas que disfruto mucho. Por eso siempre he tenido varios blogs que abandono al cabo de unos meses o que actualizo nunca porque soy muy floja y le dedico más tiempo a otras cosas que también me gustan: dibujar, vender, dormir y comer (?). También me gusta mucho leer pero desde que estoy en la universidad cada vez leo menos por entretención –____–.

Por eso, mi plan para este segundo semestre será ser más ordenada. Hasta hace unos tiempo –creo que también fue cuando entré a la universidad– era muy ordenada y mi escritorio siempre brillaba y bajo mi cama no habitaban monstruos.  Apenas abrías la puerta de mi pieza crecían rosas y volaban aves que te recibían con una dulce canción. Hoy parece un basural. 

Además, quiero volver a ser ordenada con el dinero, las comidas y el estudio. Este último semestre no me gustaron mucho mis ramos y estuve muy desmotivada,  por lo que cada cierto tiempo me "premiaba" a mi misma por soportar alguna clase o terminar alguna prueba, y me compraba miles de chocolates y papas fritas. En menor cantidad, pero igual lo hice, también me compré esmaltes, labiales y juguetes (ya hablé en una entrada anterior que colecciono juguetes antiguos, no me juzguen) y cosas innecesarias. Para qué hablar de los lápices: me compré todos los que quería. De esto intentaré quitarme la responsabilidad y culparé a lo cerca que me queda la U de la librería de arquitectura jaja. 

Le tomé unas fotos –de horrible calidad– a mis compras compulsivas de estos meses, y me enorgullece ver que son puras cosas útiles y pequeñas que no me han costado tanto dinero. Viva yo:

También me compré un monedero de Artemis, pero recién lo eché a lavar porque es blanco y pésima decisión porque se ensucia al tiro y zzzz. Aún así lo amo mucho y me ha servido un montón.

En cuanto a los lápices, quiero admitir mi amor por la marca Sakura, es muy chistoso ya que entinto pésimo pero me gustan mucho sus tiralíneas, queda negro-negro y no gris/verde como con algunos lápices malos que no duran nada jaja. Además la punta es resistente y bueno, los amo con desenfreno. Nunca tendré suficientes.

Mención especial para las minas rojas y el sacapuntas/goma de borrar de elefantito. Bien cara pero la amo. 

Bueno, después de esta entrada espero lograr mi cometido de ser más ordenada y tener buen ánimo para comenzar el segundo semestre. Espero disfrutar esta última semana de vacaciones y que esto me sirva para dejar constancia de mis buenas intenciones.

Abrazos a todis.