Cosas para las que estamos viejos

Fallé. Todo iba tan bien, siempre tenía tema, actualizaba casi semanalmente. Duró poco pero fue bello. Tenía toda la esperanza de que durara para siempre pero no. Como acabo de decir, fallé.

No voy a pedir disculpas porque sé que nadie se dió cuenta, pero yo sí, siento que le fallé a todos los que esperaban mis reseñas de comida y lugares geniales, o sea, me fallé a mi misma. Pero basta de lloriqueos y vamos al grano. 

El tema que hoy nos convoca es un tema que me apasiona: los juguetes. No es que yo sea una gran coleccionista o algo así, pero amo los juguetes con todo mi corazón. Primero partí comprando una figura de la mejor rata de todos los tiempos: el maestro Splinter. 

Desde ese entonces mi pequeña pero amada colección no ha hecho más que crecer, gracias a la ayuda de mis amigos que me regalan juguetes, a mi amor a los cachureos de la feria, a la gente que vende juguetes y un largo etcétera. Pero obvio que hay detractores y de eso se tratará más o menos esta emo y mamona entrada.

La primera vez que llegué con una tortuga ninja a mi casa pude ver la decepción en la cara de mi familia. No, mentira, pero obvio que nadie quiere que una ande gastando plata en juguetes cuando ya tiene 19 años en vez de gastarla en cosas más trascendentes como... (estoy intentando pensar en algo común que compre la gente de mi edad pero no se me ocurre así que diré puras barbaridades) drogas y alcohol. Perdón, mamá, perdón abuelita. Amo a las tortugas ninja y no dejaré mi colección jamás. 

Tengo 3 splinters <3

Yo creo que todo este amor por cosas que no deberían gustarme tanto surge de una horrible época: cuando en el colegio dejaron de darnos libros con dibujos. Lo peor eran los compañeros que se creían mejores porque en su tiempo libro leían libros con letra más chica y sin ilustraciones, y pobres almas, ¡¡¡¿cómo no se daban cuenta que el horror estaba por empezar?!!! Yo sé que ahora todos ustedes están pensando en cuánto les gustaría leer un bello libro con dibujos en vez de esos aburridos textos que hay que leer para la universidad. O quizás no. Pero no es el tema, el tema es que también he intentado tener la mayor cantidad de libros para niños que pueda. Acá pueden ver unos pocos: 

los chinos hacen los mejores libros

¡Viva Snoopy! Yo creo que leer sus cómics es casi terapéutico, no hay día malo que no se vuelva bueno leyéndolos, y he escuchado que a otras personas también les pasa. Lo bacán es que están por todos lados (sólo métanse aquí)  así que no hay excusa para ser infeliz. Creo que algo bueno que debería empezar a hacer es andar con uno de estos libros en la mochila a todos lados (¿?) háganlo ustedes y verán la mejora en su calidad de vida. 

Lo bacán de los juguetes además de que funcionan como bonita decoración, es que nunca son suficientes. Al principio yo sólo quería tener a Splinter, pero después quise a todas las tortugas ninja. También pensé que sólo iba a querer tener juguetes relacionados a ellos, pero después me di cuenta que me gustaban tantas cosas y es algo tan inofensivo, que no daña nada más que a mi propio bolsillo (sé que estoy sonando como miembro de un club de alcohólicos anónimos pero no me importa). A lo que quería ir con este punto es que es súper entretenido ir a los juguetes usados y buscar algo interesante, encontrar uno que tenías cuando eras chica -me ha pasado!!- ver algunos en perfecto estado, comparar precios y decir "la vieja de los juguetes de tal lugar -no diré nombres porque no quiero perjudicar su negocio- es una carera, en la feria ese mismo estaba a $500 y acá los vende a 6 lucas", etc. Lo mejor es cuando compras algo que para ti tiene mucho valor a un precio ridículo, como por ejemplo (y acá me voy a embarrar sola, porque quería venderlo) ME COMPRÉ UN TAMAGOTCHI A TRESCIENTOS PESOS, SÍ, A $300!!!!!!!!!! Igual si lo vendo lo venderé a 8 lucas con pila y no me importará nada.

Estas dos últimas fotos son de cosas que compré en Vieja Pochita, una tienda muy hermosa de Facebook que tiene los mejores juguetes del mundo y a precios más que buenos, de verdad revisen las cosas que hay a la venta y querrán llorar por no tenerlos todos en ese momento. 

Y bueno, la idea de esta entrada no era hacer gala de mis juguetes (sólo un poquito) sino invitarlos a seguir sus sueños (ya chao) porque cuando yo estaba en plena adolescencia -a quién engaño, aún lo deseo- siempre soñé con tener figuras de animé en toda mi pieza JAJAJAJ pero bueno, estos no son monos chinos pero son juguetes igual, y quizás -como piensa mi abuelita- ya estoy muy vieja para andar gastando mi plata en juguetes, pero siempre puede ser peor, después voy a tener que pagar cuentas y ahí voy a ver mis tortugas ninja y estaré muy contenta.

Así que para la próxima vez que vean algo que les guste y digan "pucha, igual ya estoy viejo para esto" péguense un tiro antes de no comprarlo, nunca están viejos para nada, abajo la adultonorma!

Prometo que la próxima entrada será menos mamona y haré un concurso pronto!! Feliz halloween para todos!!!